Agradecimientos

Esta nueva entrada en el blog está dedicada a los que ayudaron en Nick Jooper en su progreso. Agradezco:

A Edna Pozzi, escritora pergaminense. Ella me alentó a seguir escribiendo. Me aseguró que Nick algún día va a triunfar, y más que eso, también venderse bien. De antemano, le agradezco el trabajo que está haciendo para que el primer libro se publique gratuitamente, algo que es muy difícil porque no tengo "antecedentes" en el mundo de la fama, específicamente el de la literatura.

A Luis Beldi, periodista muy reconocido, que me dio algunos consejos con respecto a los diálogos. Me ayudó a diferenciar mejor un guión de una novela, ya que en el libro abundaban demasiado los diálogos.

A Felipe Cavalitto. Debo destacar mucho a este peculiar lector. Se consumió el libro en, creo yo, un día o dos. Lo felicito. Además se tomó el tiempo de marcar todos los errores y adjuntar las posibles correcciones. Me ayudó a no abusar del significado de las palabras, por más que se repitan mucho, por ejemplo, entre las palabras "cuartel" y "ejército". No las puedo poner como si fueran sinónimos.

A Julián Dicenzo, el primer lector de Nick Jooper. No sólo inspiró a un personaje más que principal, también fue el primero en exponer todas las teorías a medida que leía. Él me hizo saber que lo que creaba no era una historia cualquiera. Espero seguir contando con su apoyo.

A mi madre, Mercedes. Ella es fundamental en mi historia; es inspiradora y luchadora, típico de un personaje importantísimo en mi saga. Me dio el aliento y la fuerza para seguir, me ayudó a registrar el libro. Merece más que una dedicatoria.

También agradezco a todos mis amigos. Ellos están dentro de algún personaje inconscientemente.
Y por último, quiero agradecer a la Escuela Nº2 que fue la cuna de Nick Jooper. Allí nació Nick, gracias a mis amigos que me rodeaban y el resto de influencias. Es la mejor escuela del planeta. Siempre que dije que la odiaba, estaba equivocado. Ninguna escuela fue igual; alli son todos amigos. Esto hizo posible Nick Jooper en mí. De no haber sido así, mi misticismo e imaginación estarían en este momento destinadas a otra cosa o, peor, tiradas a la basura.